viernes, 26 de febrero de 2010

martes, 23 de febrero de 2010

Sólo para locos; fragmento

(...) Es algo hermoso esto de la autosatisfacción, la falta de preocupaciones, estos días llevaderos, a ras de tierra, en los que no se atreven a gritar ni el dolor ni el placer, donde todo no hace sino susurrar y andar de puntillas. Ahora bien, conmigo se da el caso, por desgracia, de que yo no soporto con facilidad precisamente esta semisatisfacción, que al poco tiempo me resulta intolerablemente odiosa y repugnante, y tengo que refugiarme desesperado en otras temperaturas, a ser posible por la senda de los placeres y también por necesidad por el camino de los dolores. Cuando he estado una temporada sin placer y sin dolor y he respirado la tibia e insípida soportabilidad de los llamados días buenos, entonces se llena mi alma infantil de un sentimiento tan doloroso y de miseria, que al dormecino dios de la semisatisfacción le tiraría a la cara satisfecha la mohosa lira de la gratitud, y más me gusta sentir dentro de mí arder un dolor verdadero y endemoniado que esta confortable temperatura de estufa. Entonces se inflama en mi interior un fiero afán de sensaciones, de impresiones fuertes, una rabia de esta vida degradada, superficial, esterilizada y sujeta a normas, un deseo frenético de hacer polvo alguna cosa, por ejemplo, unos grandes almacenes o una catedral, o a mí mismo, de cometer temerarias idioteces, de arrancar la peluca a un par de ídolos generalmente respetados, de equipar a un par de muchachos rebeldes con el soñado billete para Hamburgo, de seducir a una jovencita o retorcer el pescuezo a varios representantes del orden social burgués. Porque esto es lo que yo más odiaba, detestaba y maldecía principalmente en mi fuero interno: esta autosatisfacción, esta salud y comodidad, este cuidado optimismo del burgués, esta bien alimentada y próspera disciplina de todo lo mediocre, normal y corriente. (...)

H. Hesse

Todo

esto que
es.
Es,
nos hace
y somos,

alientos y perfumes importados. Melodías y sintetizadores. Risas y burlas. Palabras y televisores. Barrios, y privados también. Corajes y policías, campos de lavandas y basureros, opiniones y diarios 'populares'. Somos almacenes de pensamientos, sentires, mentas y cacao; pero somos supermercados. Nuestro envase es una fiesta como dice Don Eduardo y hacemos del cuerpo un producto de venta más. Revolucionarios y soberbioavaropoderosostiranos. Somos el amor y la guerra en un mundo que, más que tener las patas para arriba, tiene a sus pies enterrados.

jueves, 18 de febrero de 2010

Dos en uno

No sé si, alguna vez, había visto mejor foto que ésta.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Viva Perón


Ray Charles

Infusión


canela, manzana verde y miel

lunes, 15 de febrero de 2010











"En realidad, uno no sabe qué pensar de la gente. Si son idiotas en serio, o si se toman a pecho la burda comedia que representan en todas las horas de sus días y sus noches."

Maga

"Y luego, sus modos, sus movimientos vagos y ligeros, casi etéreos, su estar en el mundo a contramano, a contraluz, que no fuera “en la cabeza donde tenía su centro”, que no necesitara “saber” como nosotros, que pudiera “vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retenga”, que “adorara el amarillo”, que buscara obsesivamente un trapito rojo cuando suponía haberlo perdido, que su espacio y su tiempo fuesen otros, que no la guiara nunca la razón sino exclusivamente la intuición; que la torpeza y la confusión, pero también lo estético, la dominaran (“la araña Klee, el circo Miró, los espejos de ceniza Vieira da Silva”); en fin, que tuviese otra dimensión humana, que no creyera para nada en los nombres de las cosas sino que al tocarlas las conociera, con una aproximación prelingüística y casi primitiva a la naturaleza, al mundo, en el lenguaje de la tribu utópica; una mujer con quien amar no fuera sólo mirarse a los ojos sino mirar en la misma dirección..."

Mario Goloboff
'¿Acaso los momentos más conmovedores
de nuestra vida no nos encuentran sin palabras?'

viernes, 12 de febrero de 2010

26

"Para Cortázar, la realidad era mítica en este sentido : estaba también en el otro rostro de las cosas, el mínimo más allá de los sentidos, la ubicación invisible sólo porque no supimos alargar la mano a tiempo para tocar la presencia que contiene.
Por eso eran tan largos los ojos de Cortázar: miraban la realidad paralela, a la vuelta de la esquina; el vasto universo latente y sus pacientes tesoros, la contigüidad de los seres, la inminencia de formas que esperan ser convocadas por una palabra, un trazo de pincel, una melodía tarareada, un sueño.
El afuera y el adentro. Toda esta realidad en vísperas de manifestarse era la realidad revolucionaria de Cortázar. Sus posturas políticas y su arte poético se configuraban en una convicción, y ésta es que
la imaginación, el arte, la forma estética, son revolucionarias, destruyen las convenciones muertas, nos enseñan a mirar, pensar o sentir de nuevo.
Cortázar era un surrealista en su intento tenaz de mantener unidas lo que él llamaba "La revolución de afuera y la revolución de adentro".

Por Carlos Fuentes

Julio, querido Julio

«Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.»

12/02/84 - 12/02/10

jueves, 11 de febrero de 2010

"...Se necesita tener el alma larval de un ser-planta para alojarse en ellas (casas-edificios). Han dosado la luz y el calor, han condicionado el aire y la electricidad. ¿Para qué? Para vivir de perfil en sucuchos, para tropezar con la propia sombra a cada paso, para romperse la nariz en las aristas. La iniquidad mercenaria de la sociedad actual pareciera engolosinada en la destrucción sistemática de los valores substanciales del mundo ¿ Por qué no abrirle cancha en vez de comprimirlo? Conmigo no cuente, pues, para esas patrañas. Mi cosmos personal reclama todas la maravillas apetecibles de la variedad..."

Juan Filloy

martes, 9 de febrero de 2010

...No sé dónde detenerme y morar. El lenguaje es vacuo y ningún objeto parece haber sido tocado por manos humanas. Ellos son todos y yo soy yo. Mundo despoblado, palabras reflejas que sólo solas se dicen. Ellas me están matando. Yo muero en poemas muertos que no fluyen como yo, que son de piedra como yo, ruedan y no ...ruedan, un zozobrar lingüístico, un inscribir a sangre y fuego lo que libremente se va y no volvería. Digo esto porque nunca mas sabré destinar a nadie mis poemas...
ella se desnuda en el paraíso
de su memoria
ella dezconoce el feroz destino
de sus visiones
ella tiene miedo de no saber nombrar
lo que no existe

Alejandra.P

La noche

Poco sé de la noche
pero la noche parece saber de mí,
y más aún, me asiste como si me quisiera,
me cubre la existencia con sus estrellas.

Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte.

Tal vez la noche es nada
y las conjeturas sobre ella nada
y los seres que la viven nada.
Tal vez las palabras sean lo único que existe
en el enorme vacío de los siglos
que nos arañan el alma con sus recuerdos.

Pero la noche ha de conocer la miseria
que bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella debe arrojar odio a nuestras miradas
sabiéndolas llenas de intereses, de desencuentros.

Pero sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos.
Su lágrima inmensa delira
y grita que algo se fue para siempre.

Alguna vez volveremos a ser.

A.Pizarnik

Bajo el cielo de París - Sous le ciel de Paris


Bajo el cielo de París
Vuela una canción
Hum Hum
Nacida hoy
En el corazón de un muchacho
Bajo el cielo de París
Pasean los enamorados
Hum Hum
Su felicidad se construye
Sobre un ambiente creado para ellos

Bajo el puente de Bercy
Un filósofo sentado
Dos músicos algo curiosos
Luego la gente a millares
Bajo el cielo de París
Cantan hasta el atardecer
Hum Hum
El himno de un pueblo enamorado
De su vieja ciudad

Cerca de Notre Dame
A veces surge un drama
Sí, pero en Paname
Todo puede arreglarse
Algunos rayos
Del cielo estival
El acordeón
De un marinero
Florece la esperanza
Al cielo de París

Bajo el cielo de París
Fluye un río alegre
Hum Hum
Duermen en la noche
Los vagabundos y los mendigos
Bajo el cielo de París
Los pájaros del Bon Dieu
Hum Hum
Vienen del mundo entero
Para hablar entre ellos

Y el cielo de París
Tiene su propio secreto
Tras veinte siglos está enamorado
De nuestra isla Saint Louis
Cuando ella le sonríe
El se pone su vestido azul
Hum Hum
Cuando llueve sobre París
Es que es infeliz
Cuando está demasiado celoso
De sus millones de amantes
Hum Hum
Hace tronar sobre nosotros
Su "brrrrrum" estruendoso
Pero el cielo de París
No es cruel mucho tiempo
Hum Hum
Para hacerse perdonar
Ofrece un arco en el cielo

Edith Piaf
"Le gustaban Piazzolla, Los Beatles, Waldo de los Ríos, Bill Haley.
También amaba la literatura y andaba siempre con Rayuela bajo el brazo."

lunes, 8 de febrero de 2010

lunes, 1 de febrero de 2010

Lucas, sus estudios sobre la sociedad de consumo

Como el progreso no conoce límites, en España se venden paquetes que contienen treinta y dos cajas de fósforos (léase cerillas)cada una de las cuales reproduce vistosamente una pieza de un juego completo de ajedrez:

Velozmente un señor astuto ha lanzado a la venta un juego de ajedrez cuyas treinta y dos piezas pueden servir como tazas de café; casi de inmediato el Bazar Dos Mundos ha producido tazas de café que permiten a las señoras más bien blandengues una gran variedad de corpiños lo suficientemente rígidos, tras de lo cual Ives St. Laurent acaba de suscitar un corpiño que permite servir dos huevos pasados por agua de una manera sumamente sugestiva.

Lástima que hasta ahora nadie ha encontrado una aplicación diferente a los huevos pasados por agua, cosa que desalienta a los que los comen entre grandes suspiros; así se cortan ciertas cadenas de la felicidad que se quedan solamente en cadenas y bien catas dicho sea de paso.

Quién sino Julio