martes, 20 de enero de 2009

L o s n a d i e s


Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanía. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.



Eduardo Galeano

1 comentario:

  1. "Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata"... qué bien dicho. Y es verdad.
    Son números, y eso ya que algunos ni siquiera tienen identidad y nosotros -o al menos yo- a veces hacemos torbellinos de pequeños problemas y ellos no saben al levantarse si tendran comida durante el día.
    Y así sigue el mundo girando. Y los seres humanos, con esa característica tan especial de "acostumbrarnos", caminamos día a día en las selvas de concreto y les vemos en las orillas y ya ni siquiera nos sensibilizan.
    Y a veces uno piensa que fue muy afortunado en esta vida a pesar de todo...
    Me gustó tu reflexión.

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