"El desorden en que vivíamos, es decir el orden en que un bidé se va convirtiendo por obra natural y paulatina en discoteca y archivo de correspondencia por contestar, me parecía una disciplina necesaria aunque no quería decírselo a la Maga. Me había llevado muy poco comprender que a la Maga no había que plantearle la realidad entérminos metódicos, el elogio del desorden la hubiera escandalizado tanto como su denuncia."
No hay comentarios:
Publicar un comentario