domingo, 4 de abril de 2010

Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos
Una cifra vigilante y sigilosa
va por los arrabales llamándome y llamándome
pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta
donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo si la cifra se mezcla con las letras del sueño, si solamente estás donde ya no te busco.

La mufa


Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos, y caminás de noche mi pequeño fantasma silencioso
(...)

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